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Homesickness es el término que se utiliza para designar
la nostalgia que surge al estar lejos de casa. 

Es un problema que afecta a la gran mayoría de personas cuando viven una experiencia de varios meses en el extranjero y no importa la edad que tengas o la distancia recorrida.

Cuando estás en una crisis de homesickness echas de menos a tu familia, tus amigos, la comida, situaciones cotidianas y lugares que frecuentabas.



Si el sentimiento de añoranza o morriña te embarga puedes pasar varios días deprimida e incluso querrás finalizar el viaje y regresar a casa, lo cual no es el objetivo de tu experiencia como au pair.



Lidiar con la nostalgia no es fácil, por supuesto, sobre todo cuando estás en otro país lejos de tus seres queridos y costumbres, sin embargo, es una situación que se puede solucionar y de eso nos encargaremos justo ahora pues hay mucho que perder si decides abandonar tu objetivo.


En las próximas líneas aprenderás a combatir la nostalgia a lo largo del día, durante la noche y encontrarás una lista de actividades que te ayudarán a encontrar alivio, pronto verás que este sentimiento es más llevadero aunque parezca difícil y doloroso.

 

Observa sin absorber:

  1. Establece la alarma de tu celular para que suene en 8 minutos.
  2. Cierra los ojos y presta atención a tu respiración, no intentes controlarla.
  3. Permanece atenta si surge alguna emoción, de ser así solo obsérvala. Atiende a que tan fuerte es, cómo se siente tu cuerpo y mente pero no permitas que se convierta en tu único pensamiento, intenta mantener cierta distancia.
  4. Permanece de esta manera hasta que se acabe el tiempo.
  5. Repite cada vez que tengas alguna emoción negativa durante el día.

Al principio te costará un poco, tal vez la emoción te gane y algunas lágrimas se aflojen, pero con la práctica podrás experimentar tus emociones desde una perspectiva más empoderada y será mucho más sencillo atenderlas.

Ahora que sabes qué estas sintiendo algo es momento de resolver ese asunto. Aprender a no apegarte a las emociones no es lo mismo que ignorarlas o hacerte la fuerte, se trata de una herramienta de inteligencia emocional, pero el siguiente paso es definir qué estás sintiendo y por qué.

Que surja la nostalgia es natural y en algún momento de tu viaje aparecerá el sentimiento de añoranza, ya sea en el camino o cuando llegues a tu destino, solo se convierte en un problema cuando el sentimiento opaca otras áreas de tu vida. Si es tu caso y la tristeza se está apoderando de ti es momento de ti entonces deberás buscar el por qué de esa actitud para solucionarla. Tal vez:

Es auto sabotaje: Muchas veces cuando logramos lo que queremos nos enfocamos en otras cosas y no disfrutamos nuestro logro, pero no nos damos cuenta.

Tienes asuntos inconclusos: Tal vez la distancia te ha dado otra perspectiva de las cosas y te percatas de que la relación con tu hermana podría ser mejor o que te hubiese gustado más tiempo en familia. Estos son motivos válidos para experimentar tristeza, pero convertirlos en un obstáculo para tu viaje no es la mejor de las ideas, en cambio, cambiar esas cosas al llegar a casa sí lo es.

Estás olvidando que es temporal: Los viajes son temporales, al igual que tu experiencia como au pair, no significa que estás abandonando a tu familia, amigos y país. Si la tristeza te invade recuerda que en algún momento volverás y que sería una pena regresar sin una experiencia agradable.

Los recuerdos que surgen antes de ir a dormir

Algunas chicas pasan el día tan inmersas en el nuevo mundo que les rodea que no experimentan nostalgia, pero el sentimiento aparece justo en el momento de ir a la cama y hace que las lágrimas humedezcan la almohada en lugar de tener un sueño reparador y placentero. Para solucionar esto deberás probar qué funciona mejor para ti.


Saca tiempo para tu hogar: Antes de ir a dormir dedica unos minutos para llamar a tu familia y amigos y en caso de ser imposible por las diferencias de horario entonces pide que te dejen mensajes y fotografías que puedas revisar antes de dormir.
Comenta con ellos lo que hiciste en el día, algún suceso gracioso y los planes que tienes, pregunta por su día y escúchalos atentamente, procura siempre conversar de temas positivos en estos minutos y evita a toda costa la queja, las discusiones y los reproches. Si conversas animadamente pronto te irás a dormir con una sonrisa en los labios.


Haz tu espacio más acogedor: Algunas personas están acostumbradas a su habitación y al pasar una noche en un sitio diferente surge el insomnio y con él los pensamientos de nostalgia.
Organiza tu espacio de manera que sea lo más cómodo y acogedor posible, así cuando estés allí descansarás y te relajarás. Si llevas contigo algunas cosas de casa, como un peluche, fotografías o un cojín mantenlo cerca para generar una atmósfera de familiaridad.

Planifica tu día: Es menos probable que te enfrasques en sentimientos negativos si estás pensando en las cosas nuevas y divertidas que harás al día siguiente, por lo que es una magnífica idea organizar tu ropa, mochila y hacer una lista de actividades antes de ir a la cama.


Escribe: Algunas chicas encuentran divertido escribir así que ¿Por qué no hacer una bitácora de tu experiencia? Te mantendrá ocupada por unos minutos e inyectará un poco de alegría ver qué has hecho, descubierto y aprendido hasta el momento. También podrías hacer un álbum de fotos.


Evita la cama hasta que sientas sueño: Si no estás lo suficientemente cansada tu mente comenzará a arrojar una avalancha de pensamientos sobre ti y es muy posible que entre ellos se cuele la nostalgia, así que solo ve a dormir cuando tengas mucho sueño, por lo menos durante los primeros días de tu viaje.

¿Qué más puedes hacer?

Hay mucha otras cosas que puedes hacer para convertir la nostalgia en emociones más positivas, por ejemplo, enviar postales o pequeños regalos, tu familia y amigos estarán encantados y es una magnífica manera de decirles cuánto piensas en ellos aun sin estar cerca. Practicar un deporte ayuda a combatir y prevenir la depresión gracias a la liberación de endorfinas y establecer rutinas diarias te ayuda a permanecer centrada, estas son dos opciones que también puedes llevar a cabo.

Dile abiertamente a las personas que extrañas lo que estás experimentando, escuchar sus palabras de ánimo puede ser lo único que necesitas para recordar el propósito de tu viaje. Iniciaste la experiencia de au pair con el fin de aprender, divertirte y crecer, las emociones también son parte de la experiencia y no un motivo para empacar todo de nuevo y correr al aeropuerto.

Tus familia, amigos y quienes realmente te quieren estarán contentos con tus logros y esperarán ansiosos tu llegada, sin embargo, también disfrutarán enormemente si tu eres feliz en tu viaje.

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